La inversión colaborativa ha revolucionado la forma en que se financian proyectos y emprendimientos en todo el mundo. Según datos de Statista, en 2020, el mercado global de este tipo alcanzó los 13.98 mil millones de dólares. Una de las áreas que ha experimentado un auge en la aplicación en la inversión en bienes raíces, donde esta forma de financiamiento colectivo ha abierto nuevas oportunidades, especialmente para aquellos que buscan diversificar su portafolio y obtener retornos atractivos. En este artículo exploraremos qué son las propiedades de las fracciones y sus beneficios.
Las propiedades fraccionarias son una forma de propiedad compartida en la que varias personas compran una propiedad conjuntamente y se dividen el uso y los costos correspondientes a partes iguales.
Por ejemplo, imaginemos que un grupo de personas quiere comprar un departamento o casa en Santiago de Chile, pero no tienen suficiente dinero para hacerlo solos. Entonces, deciden fraccionar la inversión, y así poder alcanzar los montos necesarios para asumir el proyecto conjunto.
Cada persona que invierte su dinero obtiene una parte del bien raíz, que representa su porcentaje de propiedad. Luego, cuando la vivienda se vende o se alquila, todas las ganancias se dividen entre los propietarios en función de su porcentaje de propiedad.
En general, las propiedades fraccionarias se organizan mediante acuerdos legales, que establecen las reglas y responsabilidades de cada inversor. Por ejemplo, los acuerdos pueden establecer quién será el encargado de administrar la propiedad, cuánto se invertirá inicialmente, cómo se dividirán los ingresos y gastos, y cuál será el proceso para vender o comprar una participación en la propiedad.
En muchos casos, las propiedades fraccionarias son administradas por compañías especializadas que se encargan de la gestión de la propiedad en nombre de los inversores. Estas compañías pueden encargarse de los detalles administrativos, como la contratación de personal, la supervisión de las reparaciones y la gestión de las reservas, entre otras cosas.
El costo de la propiedad se divide entre varios inversores, lo que reduce significativamente el monto que cada uno debe invertir inicialmente para adquirirla. Esto significa que los inversores pueden tener acceso a propiedades de mayor valor y en zonas exclusivas, a un costo menor.
Por ejemplo, si una propiedad de alta calidad tiene un precio de 1 millón de dólares, y una persona sola no tiene suficiente dinero para adquirirla, al unirse con otros inversores para comprarla, pueden juntar el dinero necesario para adquirirla en conjunto.
Además, las propiedades fraccionarias también permiten a los inversores acceder a propiedades ubicadas en zonas de alta demanda o en lugares exclusivos, como las playas o montañas, que pueden ser muy costosas para adquirir como una sola persona.
Como varios propietarios comparten la propiedad, cada uno tiene una responsabilidad menor en términos de mantenimiento y reparación.
Los costos y gestión de la propiedad se dividen entre los inversores, lo que reduce los gastos individuales y hace que la inversión sea más accesible para los pequeños inversores. Esto también significa que los costos fijos se reducen y, por lo tanto, aumenta la rentabilidad de la inversión.
Además, al compartir el costo de la propiedad, los inversores pueden reducir el riesgo individual y aumentar la diversificación de sus carteras.
En algunos casos, las propiedades fraccionarias pueden proporcionar una mayor flexibilidad para los inversores, especialmente si la administración de la propiedad está a cargo de una compañía especializada que se encarga de la gestión de la propiedad en nombre de los inversores. Estas compañías pueden ser responsables de la contratación de personal, supervisión de las reparaciones y gestión de las reservas, entre otras cosas, lo que permite a los inversores tener menos responsabilidades administrativas y más tiempo para enfocarse en otros aspectos de su inversión.
Además, las propiedades fraccionarias también pueden proporcionar una mayor flexibilidad para los inversores en términos de diversificación de sus carteras, ya que pueden tener la oportunidad de invertir en varias propiedades diferentes en diferentes ubicaciones, lo que puede aumentar la flexibilidad de su inversión.
En resumen, aunque la inversión en propiedades fraccionarias puede estar sujeta a ciertas restricciones y reglas, puede proporcionar mayor flexibilidad en términos de gestión y diversificación de la cartera de inversión.
Estas son, en definitiva, sus ventajas principales:
Los tiempos están cambiando, y por eso cada vez hay más modelos que se basan en romper con el paradigma de siempre. En este sentido, igual que hoy podemos invertir comprando fracciones, también se puede dividir la deuda y dividir la propiedad.
Es un modelo de vivienda compartida en el que los residentes comparten espacios comunes y servicios, como cocinas, salas de estar y áreas de trabajo. La inversión en coliving implica la propiedad compartida de edificios o unidades de vivienda con otros inversores y la gestión de las propiedades compartidas por una empresa de gestión profesional.
También se refiere a una forma de vivienda compartida, pero se enfoca en crear comunidades más íntimas y participativas en las que los residentes trabajan juntos para crear y mantener su hogar y su entorno. Los inversores pueden participar en el cohousing a través de la propiedad compartida de edificios o unidades de vivienda con otros inversores y la gestión de las propiedades compartidas por una empresa de gestión profesional.
Es una forma de financiamiento en la que varios inversores prestan dinero a un prestatario a cambio de un interés. En el contexto de la inversión en bienes raíces, el crowdlending de deuda se refiere a la financiación de proyectos inmobiliarios a través de préstamos entre particulares en los que los inversores proporcionan financiamiento a los promotores inmobiliarios y reciben un interés a cambio.
Como ves, las propiedades de las fracciones son un tipo de inversión en bienes raíces que se basa en dividir el monto en varios participantes. Sin duda alguna está ganando popularidad porque es una opción muy interesante.
Con todo, es importante tener en cuenta que también existen algunos desafíos y riesgos asociados con las propiedades fraccionarias, como la falta de control total sobre la propiedad y los posibles desacuerdos entre los propietarios.
Lo importante es que evalúes bien cada caso concreto, que te formes, aprendas del rubro y te dejes asesorar por expertos.
¡No esperes más para comenzar tu camino hacia la libertad financiera!