Para vender tu propiedad bien y rápido debes conocer su valor real, ese que te permitirá atraer compradores que valgan la pena, y no sólo aquellos que apenas están “vitrineando”.
No se trata del valor que tú crees que tiene tu casa o departamento, o el precio con que otras propiedades cercanas se vendieron. Te explicamos las técnicas que debes adoptar para que la venta de tu propiedad sea todo un éxito incluso antes de que la publiques.
Las siguientes prácticas ayudarán a que tu estrategia de ventas sea la adecuada mucho antes de que la pongas a la venta:
1. Tasa la propiedad
La valoración o tasación de la propiedad es tu mejor carta de presentación. Conocer su valor real es fundamental, y más todavía si este dato aparece en un informe oficial que ofrece un tasador de experto.
La tasación profesional reemplaza al “ojímetro” o “valor emocional” que tú le das a la propiedad. La falta de un valor real acorde a las condiciones de mercado puede desmotivar a más de un potencial comprador.
Ahora bien, que dejes esto en manos de un tasador no significa que no sepas de qué se trata este importante trámite. Puedes ocupar la app web del Servicio de Impuestos Internos (SII) para conocer el avalúo y características de tu bien raíz y estudiar bien el informe que el tasador te entregará con las especificaciones del valor.
2. Renueva espacios
Hacer reformas a la propiedad ayuda a incrementar su valor económico, resultando en una mayor rentabilidad para tu inversión. Las siguientes reformas por lo general aportan gran atractivo a un bien raíz:
-
Mejorar la iluminación
-
Renovar pisos y paredes
-
Pintar paredes
Una vez que renueves los espacios, asegúrate de publicar fotos estéticamente atractivas de tu propiedad. Mal que mal, la primera impresión siempre queda. Aprende más aquí sobre cómo revalorizar tu propiedad a través de las renovaciones.
3. Arrienda con contrato de compraventa
Una práctica que gana cada vez más adeptos es arrendar la propiedad a un tercero con el compromiso de que la adquiera en un futuro próximo (estipulado en el contrato).
Con esto aseguras la venta bajo tus términos y condiciones, evitas un desfile de compradores indecisos, e incluso puedes negociar con el arrendatario el pago del pie a través de las cuotas del arriendo.
Dado que tu propiedad aumentará de valor diariamente, debes hacer un cálculo aproximado de cuánto será esa variación para cuando el arrendatario deba comprarla. Para que ese valor siga siendo atractivo y conveniente, es importante que la mantengas en buen estado.
¡Bonus! Refinancia
A veces, vender no es la solución. Si desconoces el valor real de tu propiedad, todavía estás pagando el crédito hipotecario, y surge una emergencia, problema de salud, o simplemente necesitas liquidez rápido, el apuro te jugará una mala pasada y terminarás vendiendo la casa a un valor muy inferior.
La respuesta muchas veces está en mantener la propiedad y refinanciar. Dos razones justifican esta opción:
-
Aprovechar las mejores condiciones de mercado. Si necesitas vender en momento de altas tasa de interés, habrá pocos compradores dispuestos a pedir un crédito hipotecario en esas condiciones. En tanto, el potencial comprador que adquiere al contado tendrá mayor margen para negociar el precio a la baja.
-
Darle tiempo a la plusvalía para crecer. Como bien sabes, los bienes raíces se aprecian diariamente de forma gradual. Por ende, liquidar cuando quieres y puedes vender es más conveniente que cuando sólo cumples con una de estas dos variables. El refinanciamiento te da más tiempo para preparar la venta, período en el cual tu inmueble seguirá apreciándose.
Conclusión
Tasar constantemente, renovar de tanto en tanto, o asegurar su compra años antes de venderla, son técnicas que ayudarán a una exitosa liquidación de tu propiedad.
Al tener estas bases cubiertas, el proceso de la venta correrá con mayor fluidez y podrás enfocarte en negociar el mejor precio posible, y así no llevarte malas sorpresas por desconocimiento o apuro, como es vender barato.
Deja tu comentario