Llegó un nuevo año, protagonizado por la inflación, altas tasas de créditos hipotecarios y también grandes avances tecnológicos. ¿Qué nos deparará en el mercado inmobiliario? Son tiempos de retos, pero también emocionantes y con grandes oportunidades. Arriendos más altos y con más demanda, proyectos únicos en stock, nuevas tecnologías y modelos innovadores de inversión como el crowdfunding. Veamos con detalle cada punto y en qué medida van a ser claves para tomar decisiones informadas sobre inversiones en este nuevo año.
La Cámara de Comercio de Santiago (CCS) organizó en noviembre el seminario “Proyecciones Económicas 2024: ¿Sólo mejores cifras o una verdadera recuperación?”. Según informó el Diario Financiero, participaron diversos gremios que entregaron el balance de sus respectivos sectores. En este sentido, el panorama para la construcción no era muy alentador. Sin embargo, los bancos mostraban optimismo para 2024.
Desde la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras de Chile señalaron que “el crédito se encuentra en un ciclo contractivo prolongado. La caída actual es más profunda y persistente”. Con todo, a pesar de que los programas estatales no han sido suficientes para revertir la caída en la demanda, el 2024 esperan lograr un aumento de 5% en las colocaciones totales.
Las plataformas inmobiliarias TOCTOC y Portal Inmobiliario detectaron que en el último año aumentó la velocidad de arriendo y también los precios.
Esta dinámica podría estar relacionada con la búsqueda de mayores rendimientos por parte de los propietarios en medio de un entorno económico marcado por la inflación.
La inversión inmobiliaria a menudo se percibe como una opción segura durante periodos de inflación, ya que los bienes raíces tienden a mantener su valor a lo largo del tiempo. Además, el aumento en los precios de alquiler puede proporcionar a los propietarios una fuente de ingresos adicional y mejorar el rendimiento de sus inversiones.
En el caso de los arriendos de departamentos crecieron un 16% respecto al mismo periodo del año pasado. Lo que ocurre es que muchos arrendatarios comienzan a fijarse en comunas que antes no miraban, como Maipú.
En este escenario, se incrementarán las ofertas inmobiliarias atractivas en regiones, que buscan recoger las demandas de capitalinos que han ampliado su abanico de oportunidades laborales gracias a los nuevos modelos de teletrabajo.
En la capital, las propiedades que estén cercanas a servicios, como estaciones de metro, autopistas, hospitales, entre otras, son las que hay que tener en consideración.
El cambio climático preocupa a todos, y cada vez más, por eso a nivel de construcción se plantean cada vez más asuntos relativos a la optimización de energía. Además, con los costos de suministros cada vez más altos ante la inflación, la tendencia es optar por viviendas más eficientes.
Son muchas las estrategias que pueden ayudar a los inversionistas a ofrecer viviendas de arriendo más atractivas para alquilar, por ejemplo con soluciones de calefacción más ecológicas y económicas y una iluminación de bajo consumo, o mejor aislamiento térmico para reducir costos energéticos.
En general, 2024 será un período con un mercado con alta inflación. En este sentido, las propiedades de tipo “multifamily” cobrarán especial relevancia. Los inversionistas individuales deberían aprovechar para tomar posesión de buenos precios en viviendas que son atractivas.
La cartera de bienes raíces podría ser interesante, con más propiedades con tickets bajos, debido a la cantidad importante de inmuebles que se encuentran disponibles. La diversificación puede ayudar a mitigar riesgos y ofrecer oportunidades de rendimiento en diferentes segmentos del mercado.
Al haber problemas con algunas reservas que no han podido ser concretadas, dados los problemas crediticios por parte algunos clientes, se presenta una coyuntura interesante para inversionistas atentos. Además, pueden considerar implementar medidas adicionales, como seguros de alquiler, para mitigar los riesgos asociados con posibles morosos.
El co-housing lleva tiempo existiendo, pero ahora los expertos en inversiones vemos una tendencia en alza. Como su propio nombre indica, co-housing significa compartir vivienda. El cohousing puede ser clave para facilitar a algunas personas los gastos de arriendo, las responsabilidades y las actividades compartidas.
La clave es poder reducir costos, compartiendo con más personas las cargas y aumentando también las oportunidades de acceder a una opción mejor que de otra forma sería inaccesible. Esto abre el panorama inmobiliario a modelos cada vez más flexibles, que además permiten al inversionista beneficiarse de diferentes activos y opciones.
Una de las grandes tendencias de la inversión inmobiliaria en 2023 que ya vimos los años anteriores es la de invertir con alternativas de financiaciamiento, como las mutuarias, sobre todo ante la subida de las tasas de créditos hipotecarios y exigencias de los bancos.
Otra modalidad es el crédito hipotecario con renta complementada, que consiste en asociar dos rentas entre sí, sumando financieramente la capacidad crediticia de dos personas distintas. Esto permite acceder a más y mejores opciones en la compra de propiedades.
Merece especial atención un nuevo modelo cada vez más popular para invertir en propiedades. En el crowdfunding inmobiliario, un grupo de personas aporta dinero para financiar un proyecto inmobiliario específico. Puede ser un desarrollo residencial, comercial o de otro tipo.
Los inversionistas obtienen una participación proporcional en el proyecto y, a cambio, reciben beneficios como ingresos por alquiler, plusvalía o una parte de las ganancias cuando se vende la propiedad.
Esta opción permite a los inversionistas diversificar su cartera al participar en múltiples proyectos con montos más bajos en comparación con la adquisición de una propiedad completa.
El panorama se presenta desafiante y también muy apasionante. Tampoco hay que olvidar que más allá de la coyuntura de este año, el mercado inmobiliario sigue siendo uno de los más sólidos y estables a lo largo del tiempo.
A pesar de las fluctuaciones económicas y las crisis, el mercado inmobiliario ha demostrado una resiliencia notable. Las propiedades tienden a mantener su valor a largo plazo, y la demanda de viviendas y espacios comerciales suele persistir.
Los desafíos actuales, como los problemas crediticios o la variabilidad en los precios de alquiler, pueden presentar oportunidades para inversionistas astutos. Identificar áreas donde la demanda es alta pero la oferta es limitada puede ser clave.
¡Feliz 2024 y que sea un año lleno de oportunidades y éxitos!