La inversión en bienes raíces puede proporcionar una fuente estable de ingresos y creación de riqueza a largo plazo. Sin embargo, también algunas personas esperan una rentabilidad inmediata. Es cierto que es posible obtener rendimientos a corto, pero es importante mantener la mirada a cinco años vista a la hora de elegir la mejor estrategia de inversión. ¿Por qué? Hoy explicamos con detalle las claves de este enfoque.
¿Por qué se analiza la inversión en un periodo de cinco años?
Un periodo de cinco años permite observar un ciclo inmobiliario completo, incluyendo posibles subidas, bajadas y estabilización del mercado. Esto proporciona una imagen más clara del comportamiento del sector y sus tendencias a largo plazo.
Además, hay que tener en cuenta la plusvalía. La plusvalía, es decir, el aumento del valor del inmueble, suele manifestarse de manera gradual a lo largo del tiempo. Analizar un periodo de cinco años permite estimar de forma más precisa el potencial de apreciación de la propiedad.
Por otra parte, las tasas de interés hipotecarias influyen significativamente en la inversión inmobiliaria. Observar su evolución durante cinco años ayuda a comprender cómo han afectado y podrían afectar en el futuro la rentabilidad de la inversión.
En el caso de propiedades de inversión con fines de alquiler, un análisis de cinco años permite evaluar la evolución de las tasas de alquiler y la demanda en la zona, factores que determinan los ingresos generados por la propiedad.
Inversiones a largo término
La inversión inmobiliaria a largo plazo se refiere a la compra de una propiedad con el objetivo de mantenerla por un período de tiempo más prolongado, con la finalidad de obtener un retorno de inversión a largo plazo.
¿Qué ventajas ofrece este modelo?
Las inversiones inmobiliarias a largo plazo suelen ofrecer una rentabilidad constante y predecible a través del alquiler de la propiedad. Los ingresos por alquiler proporcionan un flujo de caja regular que te permite cubrir los gastos y generar ganancias.
Con el paso del tiempo, el valor de las propiedades tiende a apreciarse, lo que significa que tu inversión aumenta de valor. Esto se debe a factores como la inflación, el crecimiento de la población y la demanda en la zona.
De hecho, el valor de las propiedades suele actuar como una cobertura contra la inflación, ya que los precios de alquiler y el valor de la propiedad tienden a aumentar con el tiempo, manteniendo el poder adquisitivo de tu inversión.
Además, las propiedades inmobiliarias pueden pasar de generación en generación como parte de un legado familiar, proporcionando estabilidad financiera y un patrimonio a tus seres queridos.
Un ejemplo práctico de inversión inmobiliaria a largo plazo en Chile es la compra de un departamento en un barrio en desarrollo, como Ñuñoa o Providencia, con el objetivo de alquilarlo a largo plazo. Estos barrios tienen una alta demanda de alquiler, lo que permite obtener ingresos estables a lo largo del tiempo.
Pensando en el corto plazo
La inversión inmobiliaria a corto plazo se refiere a la compra de una propiedad con el objetivo de obtener un retorno de inversión más rápido. Esta estrategia a menudo implica la compra de una propiedad con el fin de renovarla y luego venderla en el menor tiempo posible, o la compra de una propiedad para alquilarla durante las temporadas turísticas.
A continuación, enumeramos algunas ventajas de invertir en propiedades a corto plazo:
Retorno de inversión más rápido
El principal atractivo de la inversión inmobiliaria a corto plazo es la posibilidad de obtener ganancias significativas en un periodo de tiempo relativamente corto. Al comprar a un precio bajo, renovar o mejorar la propiedad y venderla a un precio más alto, se puede generar un ROI considerable.
Por ejemplo, pongamos que como inversionista decides comprar una propiedad en una zona turística popular, como Viña del Mar. El objetivo podría ser alquilarla durante la temporada alta de verano. Los precios de las propiedades en Viña del Mar pueden aumentar significativamente durante los meses de verano, lo que permite obtener un mayor retorno de inversión en un corto período de tiempo. Una vez finalizada la temporada alta, el inversionista puede vender la propiedad o mantenerla como una inversión a largo plazo, según sus objetivos financieros.
La inversión a corto plazo ofrece mayor flexibilidad que la inversión a largo plazo. Al comprar y vender rápidamente, puedes adaptarte a los cambios del mercado y aprovechar nuevas oportunidades.
Control mayor sobre el proceso
Al invertir a corto plazo, tienes un mayor control sobre el proyecto. Puedes elegir la propiedad, decidir las reformas a realizar y supervisar el proceso de renovación, lo que te permite maximizar el valor de la inversión.
Oportunidades en mercados en alza
En mercados inmobiliarios con alta demanda y precios en ascenso, existen mayores oportunidades de encontrar propiedades infravaloradas que se puedan revalorizar rápidamente con reformas o mejoras.
Otro caso puede ser si quieres comprar para remodelar y vender la propiedad.
Supongamos que un inversionista compra una casa antigua en un barrio popular de Santiago, como Ñuñoa, con el objetivo de renovarla y venderla. Una vez finalizada la renovación, la propiedad se vuelve más atractiva para los compradores y el precio de venta aumenta. El inversionista puede entonces poner la propiedad en el mercado y venderla a un precio más alto, obteniendo una ganancia significativa en un corto período de tiempo.
Es importante señalar que cualquier inversión inmobiliaria, incluso a corto plazo, requiere de una planificación cuidadosa y de una evaluación adecuada de los riesgos y oportunidades antes de tomar una decisión.
El inversor también puede beneficiarse de la apreciación del valor de la propiedad a largo plazo. Si el departamento se mantiene en buenas condiciones y se encuentra en una buena ubicación, su valor probablemente aumentará con los años.
¿Corto vs largo?
No se puede decir que invertir a corto o largo plazo sea mejor, ya que ambas estrategias tienen sus ventajas y desventajas y dependen de los objetivos y necesidades de cada persona.
Invertir a corto plazo puede ser beneficioso para aquellos que necesitan una ganancia rápida o tienen una perspectiva más especulativa en el mercado inmobiliario. Por otro lado, invertir a largo plazo puede ser más adecuado para aquellos que buscan una fuente estable de ingresos a largo plazo o quieren diversificar su cartera de inversiones.
Lo importante es evaluar cuidadosamente cada inversión inmobiliaria, considerando factores como el costo de adquisición, la ubicación, el potencial de renta y apreciación de la propiedad, los costos de mantenimiento, entre otros. Además, es importante tener en cuenta que cualquier inversión conlleva riesgos y siempre es recomendable buscar el asesoramiento de un experto en inversiones antes de tomar una decisión.
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