Los bienes raíces son una gran inversión por muchas razones. Entre ellas, están las ventajas fiscales que supone invertir en propiedades. Puedes obtener deducciones de impuestos sobre intereses hipotecarios o sobre flujos de efectivo de propiedades de inversión, gastos y costos operativos. Sin embargo, si no realizas los trámites de la forma correcta o si te equivocas en el tipo de vivienda, puedes encontrar peores rendimientos.
Actualmente en Chile se está produciendo una nueva reforma tributaria que tiene implicaciones para el rubro inmobiliario. Veamos las claves a tener en cuenta dentro de la inversión en bienes raíces.
El Decreto de Fuerza de Ley N°2 (DFL2), enmarcado en el Servicio de impuestos internos de Chile, siempre ha buscado promover la inversión y comercialización de viviendas de bajo costo.
Tras la nueva Reforma Tributaria, todos los ingresos generados por arriendos de inmuebles estarán gravados con impuestos, eliminando la exención otorgada a los DFL2.
Esto solo afectará a aquellas personas que tengan ingresos superiores a $770.000 por dichos arriendos. En el caso de que una persona perciba un monto menor a esta cifra, no aplicará el impuesto.
Con la reforma tributaria aparecerá un impuesto a los altos patrimonios, con el fin de favorecer la mayor progresividad del sistema, afectando al 3% de personas naturales con mayor capital y patrimonio, con domicilio o residencia en Chile, respecto a su riqueza mantenida tanto en el país como en el extranjero.
Se establecen dos tramos para este impuesto con un tramo exento de US$ 5 millones:
Dentro del patrimonio a declarar se consideran, entre otros, la participación en sociedades, los inmuebles, vehículos, portafolios de inversiones e instrumentos financieros.
A grandes rasgos, tiene muy poco impacto para pequeños inversionistas, y podría suponer la reducción de ciertas ventajas fiscales para los grandes inversores del sector.
Con todo, la inversión en propiedades sigue gozando de múltiples beneficios y rentabilidad, que la convierten en una excelente forma de incrementar el patrimonio, y además es un valor refugio en tiempos de incertidumbre como los que vivimos a día de hoy.