El crédito hipotecario es una herramienta fundamental para invertir en propiedades en Chile, y en el contexto actual, con tasas de interés atractivas en torno al 4,54%, se presentan como una oportunidad que no puedes dejar pasar. Pero, ¿cómo asegurarte de obtener la aprobación y las mejores condiciones? Aquí te presentamos cinco pasos esenciales antes de pedir un crédito hipotecario
Un crédito hipotecario es un préstamo a largo plazo que una entidad financiera, como un banco, otorga a una persona para financiar la compra de una propiedad, ya sea una vivienda, un terreno o un inmueble comercial. El préstamo está respaldado por una garantía, que en este caso es la propia propiedad que se adquiere. Es decir, si el prestatario no cumple con el pago del crédito, la entidad financiera tiene el derecho de ejecutar la hipoteca y vender la propiedad para recuperar el dinero prestado.
Generalmente, el banco financia un porcentaje del valor total de la propiedad, mientras que el comprador debe aportar un "pie inicial" o enganche, que suele ser entre el 10% y el 30% del valor de la propiedad.
Los créditos hipotecarios se otorgan por plazos largos, que pueden variar entre 10 y 30 años, dependiendo de la entidad y las condiciones del crédito.
El crédito hipotecario incluye una tasa de interés que se calcula sobre el monto del préstamo. Existen dos tipos comunes de tasas de interés: fija (no cambia durante la vida del crédito) y variable (puede cambiar según las condiciones del mercado).
El crédito se paga en cuotas mensuales que incluyen tanto el abono al capital (la cantidad que se ha prestado) como los intereses. En algunos casos, también se incluyen otros costos como seguros, impuestos y gastos de administración.
Para solicitar un crédito hipotecario, las instituciones financieras suelen exigir ciertos requisitos, como un buen historial crediticio, estabilidad laboral, un ingreso mínimo mensual y, en algunos casos, un ahorro previo para el pie inicial.
En Chile se exigen estos puntos clave:
Ser chileno o extranjero con residencia definitiva.
Tener entre 21 y 70 años al momento de finalizar el pago del crédito.
Contar con ingresos demostrables y suficientes para cubrir las cuotas mensuales.
Tener un buen historial crediticio, sin morosidades.
Disponer de un porcentaje del valor de la vivienda para el pie inicial.
Antes de solicitar un crédito hipotecario, realiza un análisis exhaustivo de tus ingresos, gastos y deudas actuales. Esto te ayudará a entender cuánto puedes destinar al pago de una hipoteca sin comprometer tu estabilidad económica. Calcula tu capacidad de endeudamiento: en general, no deberías destinar más del 30-40% de tus ingresos mensuales al pago de deudas. Tener un historial crediticio sólido y al día también será clave para que los bancos te consideren un cliente confiable.
En la mayoría de los casos, las instituciones financieras exigen un pie inicial (o enganche) equivalente al 10-20% del valor total de la propiedad. Tener este ahorro no solo facilitará la aprobación del crédito, sino que también te permitirá reducir el monto a financiar, disminuyendo así los intereses y las cuotas mensuales. Además, contar con un buen ahorro demuestra tu capacidad para gestionar tus finanzas, lo que puede mejorar las condiciones del préstamo que te ofrezcan.
No todos los créditos hipotecarios son iguales. Tómate el tiempo de investigar y comparar las tasas de interés, plazos y condiciones de diferentes bancos y entidades financieras. Considera también otros costos asociados, como seguros obligatorios, gastos notariales y comisiones. Utiliza simuladores hipotecarios en línea para estimar tus pagos mensuales y evalúa cuál opción se ajusta mejor a tus necesidades y capacidad de pago.
Tu historial crediticio es uno de los factores más importantes que los bancos analizan al evaluar tu solicitud. Antes de presentar una solicitud, revisa tu informe crediticio para asegurarte de que no haya errores o deudas pendientes que puedan afectar tu puntaje. Si encuentras problemas, resuélvelos antes de acercarte a una institución financiera. Un buen historial crediticio puede mejorar tus posibilidades de obtener una tasa de interés más baja y mejores condiciones.
Si no estás seguro de cuál es la mejor opción o cómo manejar el proceso, considera trabajar con un asesor hipotecario o un corredor de propiedades. Estos profesionales tienen experiencia en el mercado y pueden ayudarte a encontrar las mejores condiciones según tu perfil y necesidades. Aunque puede implicar un costo adicional, contar con asesoramiento experto puede ahorrarte dinero y tiempo en el largo plazo.
Cuando solicitas un crédito hipotecario, el banco evaluará tu capacidad de pago y tu perfil crediticio. Si todo está en orden, te ofrecerá un monto que puedes pagar a lo largo de varios años con una tasa de interés determinada. Durante el tiempo que dure el crédito, deberás hacer pagos mensuales, que reducirán poco a poco el saldo pendiente. Al final del plazo, si has cumplido con todas las cuotas, el préstamo se habrá pagado en su totalidad y habrás adquirido la propiedad de forma definitiva.
Pedir un crédito hipotecario es una decisión que impactará tus finanzas a largo plazo, por lo que prepararte adecuadamente es fundamental. Por último, ten en cuenta que si no reúnes las condiciones para acceder a crédito actualmente, también existen otras opciones de financiamiento, por ejemplo el crowdlending o crowdfunding de deuda.
En Propital, estamos comprometidos con ayudarte a alcanzar tus metas financieras y hacer realidad el sueño de invertir e incrementar tu patrimonio. ¡Contáctanos y descubre cómo podemos apoyarte en este importante paso!