Algunas personas prefieren no hacer crecer su dinero, y no hacer nada para aumentar su patrimonio. Confunden la estrategia de las personas que quieren su libertad financiera con una especulación que se da en algunos casos. No todo inversionista especula, hay muchos que son personas con sus trabajos e ingresos, y que han decidido diversificar y aumentar su patrimonio. Elegir la opción de no hacer crecer el patrimonio más allá de un sueldo en una empresa o de una pensión es un verdadero riesgo. Esto es en realidad en sí mismo una forma de inversión, la inversión en dinero.
La rentabilidad del dinero es igual a la inflación, pero en negativo. En otras palabras, si la inflación anual es de un 3%, entonces la rentabilidad de tu capital fue de un -3%... Si la inflación fue de un 10%, un -10%... y así con el dato que se vaya dando en cada contexto concreto. En resumen, no olvides que todos los días pierdes parte de tu patrimonio.
"Si no estás generando ingresos mientras duermes, nunca serás libre"
Además, hay una serie de gastos que tendrás en el futuro que es posible que no hayas analizado ni contemplado, referntes a la salud e incluso al mantenimiento de tus bienes actuales, de tus pasivos.
Por ejemplo, imagínate que te compras una smart TV por 150.000 pesos chilenos. Supongamos que el promedio de vida de un televisor es de unos 5 años. Entonces, tendrás que dividir 150.000 pesos entre 5 años y esto entre 12 meses. Esto resulta en 2.500 pesos chilenos. 150.000/12/5 = 2.500 Por tanto, utilizar tu televisor a diario te cuesta 2.500 pesos al día. Si ahorras cada día 2.500 pesos, dentro de 5 años tendrás el dinero necesario para comprarte un televisor nuevo. De lo contrario, tendrás un imprevisto y lo vivirás como una pérdida.
Un activo es cualquier elemento que suponga un ingreso. Los activos pueden ser tangibles, como bienes raíces, autos, maquinaria de empresas, etc. o bien activos intangibles o financieros como las acciones, los bonos, etc.
Hay activos que rinden ganancias solamente una vez (generalmente en el acto de venta tras la valorización) y hay otros que generan ganancias periódicas (como el arrendamiento de una propiedad).
Tanto aumentar los activos como revalorizarlos permite incrementar el patrimonio, haciendo que cada vez sea mayor y más valioso, y que sea capaz de auto-generar riqueza, es decir, que los propios activos permitan adquirir más activos, y así sucesivamente.
Un gran error financiero es usar la deuda para comprar pasivos, pero esto no significa que no convenga tener deuda. La deuda, que en sí misma es un pasivo, puede convertirse en útil si se emplea para los activos, y de esta forma genera riqueza.
En términos simples, una buena deuda es aquella que es una inversión sensata pensando en tu futuro financiero. Debería dejarte en una mejor situación a largo plazo y no debería tener un impacto negativo en tu posición financiera general.
La deuda buena es aquella que tiene un motivo claro y específico para asumirla, y un plan realista para devolverla que te permita cancelar la deuda lo más rápido posible, o en una serie de pagos regulares y asequibles.
Alguien con una buena deuda también habrá identificado la forma más económica de pedir prestado ese dinero. Esto implica una serie de conocimientos de finanzas, además de estudiar el tipo de préstamo a solicitar, la tasa de interés, el monto, el plazo, impuestos, cargos y todo lo referente a ello.
Por ejemplo, un crédito hipotecario para lograr el apalancamiento es una forma de uso bueno de la deuda. Hay que diferenciar el uso de un departamento para vivir, que sería un pasivo, porque supone gastos y ningún ingreso. En cambio, un departamento es un activo cuando se usa con finalidad de invertir y genera ingresos.