Cuando entendemos que la disposición de tierra se vuelve más escasa, una consecuencia lógica es que las propiedades comerciales y no comerciales aumenten su valor. Esto no es un dato menor para el inversionista en bienes raíces porque se entiende que hay pocas condiciones que pueden alterar la rentabilidad de una casa, oficina o departamento. De hecho, la valoración del sector inmobiliario está sustentada desde los años 50, por lo que los inmuebles se han convertido en activos alternativos de muy bajo riesgo. La apreciación de viviendas, edificios y locales está sujeta a una serie de factores como ubicación, transporte, áreas verdes, zonas comerciales, conectividad, seguridad, otros desarrollos, etc. No podemos afirmar que la plusvalía es inherente al mercado de bienes raíces porque siempre existe el riesgo de que una zona en particular pueda verse afectada. No obstante, debes estar enfocado en controlar las circunstancias que conducen a la revalorización de la propiedad que buscas, para así gestionar eficientemente tus ganancias. Aunque la apreciación de una propiedad viene con el tiempo, en la mayoría de los casos no debería verse afectada por variables macroeconómicas. Con el cambio en la presidencia chilena, una cifra de desempleo que ronda el 6% al finalizar el 2017 y tasas de créditos hipotecarios en 3% Aprox., el panorama sin duda favorece la inversión.
Lo primero que debes comprender en cuanto a este concepto empresarial aplicado al mercado inmobiliario está relacionado con su debida aplicación. Para ser un inversionista exitoso en bienes raíces es importante contar con ayuda profesional, investigar las posibilidades existentes, manejar bien tu presupuesto y saber cuándo podrás amortizar tu inversión. Existen diversos aspectos relacionados con el retorno de inversión, como la compra en verde, en blanco, el arriendo de propiedades, fideicomisos e incluso la especulación inmobiliaria.
Para no complicar demasiado las cosas, tomemos un ejemplo habitual relacionado con el alquiler de un departamento, casa u oficina:
ROI (Flujo)= (Valor Arriendo- Valor Dividendo)/Pie x 100%
Claro, esta simulación no toma en cuenta otros aranceles asociados con la tramitación de la compraventa del inmueble. En este caso, estamos suponiendo que ya pagaste el impuesto de adquisición, timbres fiscales, gastos de escrituras y el seguro. Lo fundamental es tener una idea más clara sobre cómo funciona el ROI. Al saber que el mercado de inversión inmobiliaria chilena está enfocado a propiedades por debajo de 50 m2 y 3.000 UF, las posibilidades de inversión presentan buenas perspectivas. Además, muy a pesar de las restricciones en los permisos de edificación en diversas comunas y la entrada en vigencia del IVA para viviendas, el sector experimenta una normalización.
Tanto es así, que la CChC estima un crecimiento en la inversión privada de un 2,8% para este año que comienza. La incorporación de nuevos proyectos inmobiliarios en diferentes zonas del país, tanto habitacionales como no, son buenos indicios para que consideres tus alternativas, hagas cálculos y busques la rentabilidad deseada. Recuerda que lo asociado al ROI Flujo te va a dar las pautas para proceder de forma adecuada para hacer el negocio más lucrativo. Por ello, tienes que saber aplicar estos conceptos en función de lo que quieres lograr al invertir en bienes raíces para arrendar, vender o ahorrar.
El ROI es uno de esos conceptos financieros indispensables para invertir con éxito en el sector inmobiliario, pero también hay otros términos que debes dominar del oficio. A continuación tienes la oportunidad de descargarte una guía útil. ¡Mucha suerte!