Este documento de índole jurídico – económico, parte de una oferta realizada por un comprador al propietario de un inmueble. Una vez este acepte tal oferta, inmediatamente, debe procederse a definir las condiciones de traspaso en una Promesa para luego llegar al acuerdo definitivo de compraventa.
Sin embargo, a fin de evitar problemas posteriores al no establecer claridad en el documento, es importante conocer previamente cuáles son los detalles claves que rigen este acuerdo. Por esa razón, preparamos el siguiente material para ti.
Durante el proceso, es recomendable contar con asesoría de un profesional en el área legal. A fin de que ambas partes puedan esclarecer sus dudas. Igualmente, fíjate en los apartados que deben especificarse en el convenio:
Básicamente, se trata del propósito del contrato de compraventa. Este fragmento da inicio a las condiciones generales del acuerdo. Es sumamente importante manifestar claramente qué está entregando el vendedor al comprador a cambio de una determinada cantidad de dinero. Esto, garantiza que el objeto que da origen al acuerdo legal sea perfectamente identificable, revisable y único. A fin de evitar malentendidos en el momento de hacer la correspondiente entrega del inmueble.
El contrato debe incluir la identificación completa y precisa de todas las partes involucradas, es decir, el comprador y el vendedor.
Generalmente, en un contrato de compraventa suele utilizarse el calificativo “vendedor”, para referirse al actual dueño de la propiedad. Y “comprador”, para hacer mención a quien está adquiriéndola en ese momento. Sin embargo, es necesario que ambas partes acrediten su identidad. A fin de evitar fraudes como suplantación de identificación.
Bastará con indicar el nombre completo y una dirección oficial real, así como presentar algún documento que acredite su identificación. Por supuesto, estos requisitos podrían variar. Aunque suelen ser los más frecuentes.
Para terminar, más allá de las partes involucradas, el contrato debe contener una descripción detallada de la propiedad que se está vendiendo. Esto puede incluir la dirección, el número de identificación de la propiedad (como el Rol Único Tributario en Chile), la superficie del terreno y cualquier característica relevante.
Es la cantidad económica que será entregada por el comprador (bajo compromiso legal) al vendedor. A cambio de la propiedad, como objeto de este documento.
Es primordial que el monto sea expresado con claridad, basándose en la unidad monetaria del país donde se está realizando la transacción. Pues de no ser así, podrían generarse disputas por la diferencia del precio en relación a otras divisas.
Debe quedar bien claro:
Esto, cuando el coste ha sido previamente pactado entre las partes correspondientes. Debido a que puede darse el caso de un contrato de compraventa, donde el precio de venta del inmueble se haya establecido de acuerdo al valor de la tasación.
Por otra parte, el contrato debe establecer quién asumirá los gastos asociados a la compraventa, como los costos de notaría, impuestos, comisiones de corredores inmobiliarios, entre otros. Estos gastos pueden ser compartidos o asumidos por una de las partes, y deben ser especificados en el contrato.
Una vez sea establecido el valor de venta de la propiedad, es importante destacar el método que será utilizado para efectuar el pago. Así como los plazos o cuotas correspondientes, a fin de poder reclamar en caso de un impago. Habitualmente, el desembolso puede realizarse en efectivo, por medio de una transferencia bancaria, por un cheque u otra modalidad.
Al comprar a con crédito hipotecario, lo más usual en Chile, es que al momento de firmar la promesa se pague un porcentaje (por ejemplo: 10, 15, 20%) al contado o en cheques, lo cual va estipulado en la Promesa y que da solvencia y respaldo al compromiso de compra venta. El diferencial, se suele gestionar a través del hipotecario contratado con un banco o entidad financiera.
El contrato debe especificar las responsabilidades de cada una de las partes. Esto puede incluir las obligaciones del vendedor de entregar la propiedad en las condiciones acordadas, así como las obligaciones del comprador de pagar el precio acordado.
Además, pueden incluirse cláusulas especiales acordadas entre las partes, como cláusulas de arras o condiciones suspensivas.
El contrato debe establecer claramente cómo y cuándo se llevará a cabo la entrega de la propiedad al comprador. Esto puede incluir:
Además, si hay plazos específicos o condiciones especiales que deben cumplirse antes de la finalización de la venta, estos deben ser claramente establecidos en el contrato. Por ejemplo, puede haber plazos para obtener ciertos permisos o realizar inspecciones de la propiedad.
En resumen, estos son los elementos claves de un contrato de compraventa:
Es importante destacar que estos puntos pueden variar en su redacción y detalle dependiendo de las circunstancias particulares de la transacción y de las preferencias de las partes involucradas. Se recomienda contar con el asesoramiento de expertos en inversiones inmobiliarias para redactar todo de forma correcta.
Los honorarios legales, comúnmente, son cancelados por el vendedor. Mientras que, el comprador asume los gastos referentes a la documentación hipotecaria. Esto, en casos generales. Pues también puede darse el caso donde el comprador corre con todos los gastos. Lo primordial es establecerlo en el documento.
Es necesario establecer la fecha de entrega de la propiedad, a fin de que el vendedor sepa cuándo debe desalojar. E igualmente, para que el comprador pueda realizar el proceso de mudanza en la fecha pactada. Además, con esto se busca evitar confusiones de cuándo comienza a regir la posesión del inmueble a manos del comprador.
El contrato de compraventa se compone de dos apartados claves: los deberes y derechos de ambas partes. Por eso, es vital establecer cuáles serían las cláusulas que regirían el documento si llegase a existir irregularidades. Acá, también se establece quién asumirá los gravámenes correspondientes.
Es fundamental establecer la fecha acordada por las partes para efectuar la transacción. Frecuentemente, los contratos de compraventa no tienen una caducidad determinada. Pero, igual es importante atender a este punto.
Además de estos puntos claves en todo contrato de compraventa, hay dos pasos indispensables para concretar la transacción, hablamos de acudir a una Notaría e inscribir la propiedad en el Conservador de Bienes Raíces.
El paso de la Notaría es crucial, aquí el notario identifica a las partes interesadas (vendedor-comprador) las características del inmueble que está a la venta, el monto establecido a pagar, se define la forma de pago y de acuerdo al valor se determinan los diferentes impuestos que se deben pagar. En pocas palabras, da validez a los actos jurídicos que se están por celebrar, por ello decimos que es crucial, ya que representa una garantía y un punto de seguridad para la transacción.
Luego de cumplido con los requisitos, se puede realizar la firma del contrato, la validación ante el Registro Civil y posterior inscripción en el CBR (Conservador de bienes raíces) el cual es el ente encargado de resguardar la historia, estudiar su legalidad y validar los títulos de propiedad. Este paso es fundamental para concretar la compra-venta de cualquier bien inmueble, ya que se considera como una prueba de la posesión del nuevo dueño.
Un contrato de compraventa es un documento esencial en la compra de una propiedad. ¡Lee muy bien antes de firmar!