El apalancamiento es uno de los conceptos financieros clave para invertir en propiedades. Consiste en el uso de varios instrumentos financieros o capital prestado, para adquirir un activo de un valor mayor al capital invertido. En otras palabras, es el uso de deuda, para aumentar el rendimiento potencial de una inversión. Normalmente se aplica el apalancamiento con los créditos hipotecarios.
En bienes raíces, el beneficio es el peso que se levanta mediante el uso de una "palanca" (pedir prestado dinero). Cuanto más capital te sea prestado (o tengas una palanca más larga siguiendo la analogía con el efecto palanca en la Física), más fácil y rápido podrás aumentar el capital.
El apalancamiento es una técnica utilizada tanto por personas como por empresas, y tiene dos principales beneficios: por un lado hace posible una rentabilidad mayor en las inversiones, dado que se puede acceder a mejores oportunidades a través de un crédito hipotecario, de las que ofrecería el propio capital ahorrado por sí solo.
El apalancamiento permite obtener ganancias superiores al costo del respectivo instrumento de deuda. Con los bienes raíces, el apalancamiento financiero se utiliza para comprar propiedades utilizando los pagos del arrendador para pagar la deuda.
Imagínate que compras un departamento que cuesta 2000UF, algo así como 50 millones de pesos. Supongamos que ese departamento sube en un tiempo un 10% de su valor. Costaría ahora 2.200UF y tendrías una ganancia de capital de 200UF.
Ahora, ¿cuánto tuviste que invertir tú para obtener esas 200UF de ganancia? Ahí va a depender de si lo haces con apalancamiento o no. Por supuesto, entre menos hayas tenido que invertir para ganar esas 200 UF, más eficiente fue el uso de tu capital.
Si tu inversión inicial no supuso un pago al contado de los 2000UF, sino solamente el pago de un pie, un porcentaje del valor total del departamento, hiciste palanca.
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