El mercado inmobiliario chileno se encuentra en un momento de ajuste y cambio, como lo reflejan los datos del Informe MACH 86. Si bien existen áreas de crecimiento, el panorama general muestra señales mixtas y desafíos que requieren atención. ¿Qué debemos tener en cuenta al analizar el rubro a día de hoy? Explicamos aspectos a tener en cuenta para invertir en propiedades en Chile en 2024.
Si bien la inversión en construcción se mantiene relativamente estable, con una leve disminución proyectada para 2024, el sector de vivienda muestra señales mixtas que merecen un análisis más profundo.
La inversión privada en vivienda se contrae drásticamente, con una proyección de -6,4% para 2024. Esto indica un freno en la construcción de nuevas viviendas por parte del sector privado, posiblemente debido al aumento de costos y a la incertidumbre económica.
En cambio, la inversión en vivienda pública ha crecido de manera importante, llegando a un 9% en 2023, impulsada por políticas gubernamentales para abordar el déficit habitacional.
En el primer trimestre de 2024, las ventas de viviendas disminuyeron un 12% interanual, alcanzando uno de los niveles más bajos de la última década. Esta tendencia a la baja se observa tanto en departamentos como en casas, y se viene repitiendo desde el último cuarto de 2021.
La entrada de nuevos proyectos inmobiliarios también se ha debilitado debido a restricciones en los costos de construcción y financiamiento que enfrentan las empresas del sector. El stock disponible se ha reducido en un 4% a nivel nacional y en un 8,3% en Santiago, principalmente debido a una menor entrada de nuevos proyectos y a la lenta absorción de la oferta existente.
Más información en el informe completo MACH 86.
Una vez dicho esto, el informe indica que 'ya se tocó mínimos y podría venir un cambio de tendencia'. De hecho, se anticipa una recuperación para el período 2024-2028, con un crecimiento anual promedio del 3,2%. Esto dependerá de factores como las condiciones económicas internacionales, la estabilización de las tasas de interés y la implementación de nuevas leyes y regulaciones.
Aunque el mercado está experimentando una recesión, se espera una recuperación a mediano y largo plazo. Los inversionistas con un horizonte a largo plazo pueden beneficiarse adquiriendo propiedades ahora a precios potencialmente más bajos y manteniéndolas hasta que el mercado se recupere.
Hay que tener en cuenta que el panorama también puede suponer oportunidades de negociación. La disminución en la demanda y el ajuste en la oferta podrían llevar a precios de propiedad más atractivos. Los inversionistas con capital disponible pueden negociar mejores acuerdos y potencialmente adquirir propiedades por debajo de su valor intrínseco.
Por otro lado, el mercado del arriendo presenta oportunidades. La dificultad para acceder a créditos hipotecarios y el aumento de las tasas de interés podrían incrementar la demanda de propiedades en alquiler. Los inversionistas pueden aprovechar esta tendencia adquiriendo propiedades adecuadas para alquileres a largo plazo, generando ingresos pasivos estables.
Por otra parte, no se deben pasar por alto las propiedades de alta demanda, que no se ven afectadas a pesar del panorama. Incluso en un mercado a la baja, ciertos tipos de propiedades siguen teniendo alta demanda. Los inversionistas deberían centrarse en propiedades en ubicaciones privilegiadas, con buena conectividad, acceso a servicios y aquellas que satisfagan las necesidades de grupos demográficos específicos, como estudiantes o jóvenes profesionales.
El Informe MACH 66 nos muestra un panorama complejo pero con oportunidades para el mercado inmobiliario chileno. Los inversionistas que se mantengan informados y se adapten a las nuevas dinámicas del mercado podrán encontrar oportunidades atractivas para hacer crecer su patrimonio.
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