Si cuentas con un sueldo estable, aunque no seas rico ni tengas patrimonio, puedes acceder a un crédito hipotecario que te permita dar el salto: compras una propiedad, generas ingresos y logras aumentar el patrimonio de forma segura. El dividendo se cancela con el dinero recibido del arriendo de la vivienda, y se puede lograr un flujo de efectivo si se supera el dividendo con el arriendo. Además, a largo plazo, esto permite contar con un patrimonio de estabilidad y tranquilidad para la familia.
Sin embargo, no todas las inversiones en propiedades son igual de rentables y seguras, y por ello queremos explicarte los beneficios adicionales de la inversión en departamentos.
El costo es menor, y más accesible
En primer lugar, la inversión en departamentos está al alcance de muchas más personas, pues no supone necesariamente una inversión inicial. Los departamentos pequeños son más económicos, y como consecuencia, su dividendo por lo general es menor o igual que el costo de arrendarlo, de manera que se pagan solos o incluso en muchos casos aportan ingresos pasivos mes a mes. Por otra parte, también supone menos gastos fiscales y son mucho menos habituales y más baratos los gastos de mantenimiento.
Los departamentos suelen ser seguros
Un aspecto importante de los departamentos frente a las casas es que son generalmente más seguros, con menos índices de delincuencia, algo que motiva a los arrendadores y mejora la satisfacción.
Las normativas comunitarias obligan al arrendatario
Una de las grandes ventajas de arrendar un departamento propio es que es un buen filtro para elegir un buen arrendatario, ya que las exigencias de la comunidad de vecinos suelen servir para garantizar la responsabilidad de quien arriende el departamento. Por ejemplo, puede que la comunidad de vecinos tenga unas políticas respecto al ruido por la noche, las mascotas y otros aspectos.
El perfil de arrendador suele encajar mejor con un departamento
Normalmente la persona que arrienda una vivienda, en vez de comprar, suele ser alguien joven, como estudiantes o parejas recién casadas, así como personas separadas. Este perfil suele ser más adecuado para vivir en una vivienda pequeña, lo cual fomenta la demanda de departamentos para arrendar, frente a las casas.