No eres el único que tiene deudas, que vive luchando por devolverlas y seguir adelante. Estar constantemente sufriendo no debería ser un estilo de vida al que aspirar, pero por desgracia muchos asalariados vivirán por muchas décadas sobreviviendo el mes a mes, y devolviendo sus deudas. El problema es que hay la creencia popular de que si debes dinero no estás en condiciones de invertir, cuando en realidad las inversiones son una de las pocas soluciones para salir de ese bloqueo económico.
Deuda buena es aquella que te permite crecer, y la mala es la que solo te genera problemas pero no supondrá ningún beneficio en tu economía presente ni futura. Por ejemplo, un crédito para estudiar o para adquirir una propiedad te permitirá incrementar tus ingresos futuros, pero un crédito de consumo o cualquier pago a plazos por un bien innecesario, te condena a la precariedad económica.
Debes tener en cuenta un dato importante: no es bueno acumular deuda mala, porque si no pones solución cuanto antes, puedes crear nuevas deudas futuras. Si esto sucede y alguien informa sobre ti en el Dicom*, en ese caso tendrás muchas más dificultades para pedir un crédito hipotecario.
*Dicom es la base de datos nacional que recoge información sobre las personas morosas, y por tanto facilita a las instituciones un predictor de riesgo de pago sobre una persona o empresa. Si el banco pregunta por tu RUT en el Dicom, debes asegurarte de que esté limpio para que puedan concederte un crédito hipotecario.
Ten en cuenta que siempre es preferible afrontar conversaciones incómodas con tus acreedores, para llegar a acuerdos convenientes para ambas partes. Esto ayudará a que puedas ganar algo de tiempo, por ejemplo si pides devolver tus deudas en pequeños pagos a plazos.
Analiza los últimos meses y años de tu vida, ¿sobrevives o vives bien? ¿Tienes deudas que te impiden dormir bien por la noche? Para analizar tu situación financiera actual, deberás tener en cuenta tus ingresos y tus gastos.
Como decía Albert Einstein, "no esperes resultados distintos si siempre haces lo mismo".
Deberías pensar en algún cambio que marque la diferencia en tu vida, porque de lo contrario estarás condenado a seguir en el bloqueo actual. Para ello, necesitarás incrementar tus ingresos y/o reducir tus gastos.
Recorta en gastos innecesarios o intenta conseguir mejores precios en tus gastos necesarios. No olvides el poder de la negociación, ni las increíbles soluciones para ahorrar que puedes llegar a pensar con un poco de imaginación.
Pide un aumento de salario o busca otras fuentes de ingresos complementarias. Por ejemplo, si tienes un salario estable, puedes acceder a inversiones inmobiliarias, y esta puede ser tu puerta de entrada en una situación financiera mejor.