Coliving: vivienda compartida y conectada
El coliving es un modelo que ha ganado terreno en Chile, especialmente entre jóvenes profesionales, estudiantes y nómadas digitales. Este concepto combina espacios privados de vivienda (habitaciones individuales) con áreas comunes como cocinas, salas de estar, coworking, gimnasios o terrazas.
En un contexto donde los precios de arriendo han subido en ciudades como Santiago, el coliving ofrece una opción más asequible al compartir servicios y espacios. Además, este modelo fomenta la interacción entre residentes, creando redes sociales y profesionales. Es ideal para personas que buscan un entorno colaborativo y social. Muchas propiedades de coliving ofrecen contratos de arriendo flexibles, lo que resulta atractivo para quienes no desean comprometerse a un contrato a largo plazo. Otra ventaja es para la sostenibilidad. El uso compartido de recursos, desde electrodomésticos hasta servicios como internet, minimiza el impacto ambiental y optimiza los costos.
Coworking: espacios de trabajo colaborativos
El coworking es otro pilar del auge de los espacios de uso mixto en Chile. Aunque este modelo se popularizó con la llegada de startups y emprendedores, ha evolucionado para incluir empresas más grandes y trabajadores remotos. Hoy en día, es común que las propiedades de uso mixto incorporen coworking como parte de su oferta.
Las empresas pueden evitar los altos costos de arrendar oficinas tradicionales. Los espacios se pueden rentar por horas, días o meses, adaptándose a las necesidades de los usuarios. Una de las grandes ventajas del coworking es que permiten crear sinergias profesionales. La interacción entre personas de diferentes industrias puede derivar en nuevas oportunidades de negocio.
Otras tendencias en propiedades de uso mixto
Además del coliving y el coworking, las propiedades de uso mixto en Chile están adoptando otras innovaciones para responder a las demandas actuales.
Plazas y espacios verdes integrados
Proyectos que incorporan áreas de esparcimiento, parques y terrazas verdes para fomentar el bienestar de sus residentes y usuarios.
Smart buildings
El uso de tecnología para mejorar la experiencia del usuario es cada vez más común. Esto incluye aplicaciones para reservar espacios comunes, sistemas de energía inteligentes y soluciones de domótica en los departamentos.
Zonas culturales y recreativas
Muchas propiedades ahora incluyen galerías, cines, áreas para eventos o talleres culturales, integrando la vida artística en los espacios cotidianos.
Movilidad sostenible
Estacionamientos para bicicletas, estaciones de carga para autos eléctricos y proximidad a transporte público son elementos clave que buscan atraer a un público más joven y ambientalmente consciente.
Desafíos del modelo de propiedades de uso mixto
Aunque las propiedades de uso mixto tienen muchos beneficios, también enfrentan desafíos en el contexto chileno. Por un lado, las regulaciones en algunas comunas pueden dificultar la aprobación de proyectos que mezclen varios usos.
Otra desventaja es que existe el riesgo de que este tipo de proyectos se concentre solo en sectores de altos ingresos, aumentando la brecha socioeconómica en las ciudades.
Además, administrar un espacio que combina vivienda, comercio y oficinas requiere una logística más compleja, desde la seguridad hasta el mantenimiento.
Un futuro más integrado
El auge de las propiedades de uso mixto, junto con el coliving y el coworking, refleja un cambio profundo en la forma en que las personas desean vivir, trabajar y conectarse con su entorno. En ciudades como Santiago, donde la congestión y los largos traslados son desafíos cotidianos, estos modelos ofrecen una solución práctica y sostenible que mejora la calidad de vida.
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