Por difícil que parezca establecer el perfil del inversionista inmobiliario en un país determinado, esta vez tenemos que recurrir a la generalización. Más por razones de practicidad que otra cosa, las personas están dispuestas a arriesgar en mayor o menor grado, lo que nos lleva a una clasificación que englobe características universales.
Factores que condicionan el perfil del inversionista inmobiliario
Una fórmula sencilla para averiguar qué tipo de inversionista eres cuando hablamos de bienes raíces, consiste en evaluar los siguientes parámetros:
- Los ingresos que posees y esperas obtener.
- Tu edad y el tiempo límite para ver la rentabilidad.
- El respaldo en activos que conforma tu patrimonio.
- El control de imprevistos mediante la capacidad de ahorro.
- Lo que puedes arriesgar en función de tu tolerancia.
- Si eres capaz de aventurarte en un área que conoces o no.
- El ROI Flujo o ROI Plusvalía que buscas mediante este tipo de inversión.
- Tus motivaciones y objetivos específicos al momento de invertir.
Perfil conservador
Si eres de los que quieren sentirse seguros, no deseas exponerte a perder todo tu dinero y no te importa si las ganancias son pequeñas, estás en esta categoría. Esto puede aplicarse en gran parte al arriendo de propiedades como departamentos, donde se busca un ingreso estable. Puede incluir a diversos tipos de personas, en especial aquellos que ya están jubilados y quieren ganancias bajas pero sostenidas. Lo mismo puede decirse de jóvenes indispuestos a arriesgar todos sus ahorros y padres o madres con ciertas obligaciones financieras que limitan su ahorro.
Perfil moderado
Con un horizonte de inversión entre 1 a 3 años, los que se identifican en esta categoría pueden tolerar ciertas pérdidas al momento de obtener ganancias. Son personas que buscan inversiones en inmuebles que les ofrezcan un balance entre seguridad y rentabilidad dentro de las opciones disponibles. Se distinguen por tener ingresos entre medios a altos, con un rango de edad bastante amplio y que cuentan con un empleo sólido que les permite ahorrar. Además, buscan establecer un portafolio de inversiones que tome en cuenta productos de capitalización y deuda para mejorar su ROI.
Perfil agresivo
Como indica su denominación, aquí ubicamos a inversionistas inmobiliarios entre 30 y 40 años que están dispuestos a arriesgar todo su capital para obtener la máxima rentabilidad. Dado que tienen una baja necesidad de liquidez por ingresos moderados/altos, cuentan con buena solidez económica.
Aunque su horizonte de inversión están entre 2 a 5 años, buscan deuda a corto y largo plazo, capitalización y productos de riesgo elevado. Suelen ser personas que aún no han formado una familia y pueden incurrir en el uso de gastos ordinarios, lo cual no es recomendado.
A estos tres perfiles descritos debemos sumar dos variables más. Se trata del Perfil Flujo y el Perfil Aumento de Capital, que en general pueden compartir características con los anteriores pero se diferencian en lo siguiente.
El perfil flujo, es el que desea generar ingresos restándolos a los dividendos por concepto de arriendos. Este tipo de inversiones es cada vez más frecuente,en especial por la tendencia en alza a la compra de inmuebles para generar ingresos al rentarlos.
La última variante de los perfiles de inversiones es el que que busca por sobre cualquier cosa aumentar su capital. Esta su motivación para invertir, comprando inmuebles baratos con el objeto de venderlos a corto o mediano plazo por un valor más alto del de la compra.
Viendo todos estos perfiles. ¿Te reconoces en alguno? Es momento de integrarte al mercado inmobiliario del país y desarrollar esas características particulares cómo inversionista potencial.
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