Plataformas como AirBNB han creado nuevas formas de rentabilizar las propiedades de inversión. Ahora bien, ¿hasta qué punto interesa el arriendo por día? ¿Es mejor arrendar de forma continua o sumarse a estas nuevas formas de arriendos puntuales? Este dilema puede influir significativamente en tus retornos y en la gestión de tu propiedad. Vamos a desglosar las ventajas y desventajas de cada opción.
El arriendo por día implica alquilar tu propiedad por períodos cortos, generalmente a turistas o viajeros de negocios. Plataformas como Airbnb, Booking.com y Vrbo son populares para este tipo de alquileres. Los huéspedes suelen quedarse desde una noche hasta varias semanas, y el precio se establece por día.
Por ejemplo, un departamento moderno y bien ubicado en el centro de Santiago podría atraer a turistas que desean explorar la ciudad o a ejecutivos en viaje de negocios. O una cabaña con vistas al mar en Valparaíso puede ser ideal para turistas que buscan una escapada de fin de semana.
Arrendar por día puede generar ingresos significativamente mayores que el arriendo mensual. En zonas turísticas o céntricas, las tarifas diarias pueden ser muy lucrativas.
Además, otra ventaja es que puedes ajustar los precios según la demanda. Temporadas altas y eventos especiales permiten tarifas premium.
Otro punto a considerar por inversionistas en Chile es que con un flujo constante de huéspedes, es más fácil detectar y reparar problemas rápidamente, manteniendo la propiedad en buen estado. Por otro lado, tienes la flexibilidad de usar el departamento cuando quieras, entre reservas.
El arriendo continuo se refiere a alquilar tu propiedad a largo plazo, generalmente con contratos de seis meses a un año o más. Este tipo de arriendo es común para familias, estudiantes y profesionales que buscan estabilidad en su vivienda.
Por ejemplo, un departamento de tres habitaciones en Providencia podría ser perfecto para una familia que necesita un lugar cercano a escuelas y servicios. También un estudio bien ubicado en Concepción puede ser ideal para un estudiante universitario que necesita un lugar estable durante el año académico.
Al arrendar mensualmente, tienes un ingreso fijo y predecible, lo que facilita la planificación financiera. Además, una vez que encuentras a un buen inquilino, el trabajo de gestión se reduce significativamente. Menos cambios significa menos preocupaciones diarias.
Al mismo tiempo, tienes menos gastos en limpieza, marketing y administración. Asimismo, los contratos a largo plazo garantizan la ocupación del inmueble por períodos más largos, reduciendo el tiempo que la propiedad está vacía.
En cuanto a las desventajas, los alquileres mensuales suelen ser menores en comparación con lo que podrías ganar alquilando por día en temporadas altas. Al mismo tiempo, una vez que tienes un inquilino a largo plazo, no puedes disponer del departamento cuando quieras. Y si tienes un inquilino conflictivo, puedes enfrentar dificultades hasta el final del contrato. También estás atado al contrato de arriendo y no puedes cambiar los precios hasta que termine.
Ambas estrategias tienen sus pros y contras. La clave está en evaluar tu situación específica, tus objetivos financieros y el contexto del mercado. Si estás en una ubicación privilegiada y puedes manejar una gestión intensiva, el arriendo por día podría maximizar tus ingresos. Si prefieres estabilidad y menor gestión, el arriendo continuo es la mejor opción.