La riqueza está al alcance de todos, si uno aprende algunos conceptos clave sobre gestión del dinero. Invertir es una de las vías que existen para dar un giro a la vida financiera, y las inversiones en propiedades son una forma segura y rentable de lograrlo.
Hay dos tipos de ingresos, ingresos obtenidos de manera directa a una actividad, e ingresos que son consecuencia indirecta de una previa actividad, pero cuyo propio sistema permite seguir obteniendo beneficios sin más trabajo posterior.
Un activo es todo aquello que es capaz de añadir ingresos a tu bolsillo, haciendo que el dinero trabaje para ti, como diría Robert Kiyosaki. Por tanto, un departamento en propiedad es un activo capaz de proporcionar ingresos adicionales al sueldo: si inviertes en bienes raíces puedes obtener ingresos por arrendar y no se requiere una gran dedicación para la gestión y el mantenimiento.
2. Las propiedades son más seguras y estables que la bolsa
Hay muchas maneras de lograr escalibilidad económica y añadir a la economía personal una fuente de ingresos pasivos:
Modelos de negocio escalables – son una buena opción para el largo plazo, siempre y cuando sean compatibles con una mínima seguridad a corto plazo
Invertir en acciones de Bolsa – el mercado es inestable y este tipo de inversiones tienen un gran riesgo, con lo cual solo son aconsejables si primero se han cubierto los mínimos de seguridad y estabilidad personal y familiar.
Invertir en propiedades – es una forma segura de lograr ingresos recurrentes y pasivos con una fluctuación de mercado mucho menor que en la Bolsa, pues si bien es cierto que el valor de los inmuebles no es siempre igual, los cambios entran dentro de unas escalas previsibles que permiten una mayor seguridad y tranquilidad.
También existen otras formas, como las patentes
3. Mejoras tu perspectiva de futuro y la de tu familia
Dicen que si uno aspira a las estrellas es difícil que las alcance, pero es más probable que llegue a la Luna. Con el dinero ocurre algo similar: si uno aspira a ser rico, es más probable que su vida financiera sea algo más que una lucha constante por la supervivencia de la familia, tratando de tapar agujeros de cada avería del coche, problema médico u otras circunstancias que siempre ocurren de un modo u otro.
Cualquier persona puede invertir en propiedades, pero supone un compromiso, una responsabilidad y por tanto conlleva subir de nivel, exigirse más. Para invertir propiedades es necesario ser metódico, aprender algunas claves de finanzas, asesorarse bien y por supuesto administrar bien el dinero. A largo plazo, tener una propiedad implica una seguridad para el futuro y la familia, pues supone un espacio donde vivir o para seguir arrendando.